UN TOQUE DE CANELA

Demasiado que pensar, demasiado que ver, y quería disfrutar de la película, porque sobre todo, es una película para disfrutar, para estar atento y saborear...

Es una especie de maldición la que tenemos las personas a medida que vamos creciendo y matando sueños, aunque unos pocos nos empeñemos en mantener los sueños vivos de algún modo. Me dan miedo los uniformes, odio los uniformes, odio que nos hagan creer que las naciones son necesarias, odio las barreras y que nos enrolen en ejércitos con los que no comulgamos, odio la gente que lucha por señas, por banderas... Se empeñan en decirnos lo que hay que ser, cómo tienes que sentir y que lo primero es el sentimiento patrio, sea cual sea el patrio, la patria, y sin embargo, se olvidan de las personas, las que sienten, sueñan, viven el día a día, juegan con sus niños y aman, las personas que quieren vivir su vida tranquilas, con la única ilusión de ser felices y de hacer felices a los demás; pero aún hay que tragarse que somos patria, que somos banderas, y que para más cojones eso es bueno, y un ejército, necesario...

Cuando somos niños, y de menos niños nos llevan por caminos marcados y nosotros seguimos los caminos marcados, como nos es mandado... Y si tenemos que ser expulsados, pues lo somos, porque por eso los que mandan, saben... Vivimos creyendo que algo así no puede pasarnos ya, que no pueden deportarnos, pero en la película, en los primeros platos lo explican bien, llevo oyendo que tenemos problemas toda mi vida, y nunca pasa nada, hasta que pasa... Entonces qué, dónde quedan los sentimientos patrios cuando te separan de todo lo que amas, dónde están las banderas cuando se llevan lo que quieres...

Luego está la vida de cada uno, los anhelos, las ilusiones, lo que esperamos de la vida, lo que acabamos escogiendo. No escogenos para hacernos mal a nosotros mismos, pero escogemos, y una vez elegido un camino, lo seguimos hasta donde nos llegan las fuerzas... No sé aún si es terrible, o si es algo necesario para apreciar la vida... No mires atrás, porque mirar atrás es la imagen de la promesa (no es la misma frase, pero sí el sentido)

Tuve una larga temporada en que cocinaba como hago las ediciones de imágenes, como escribo... Experimentaba, por alguna extraña razón, sabía qué sabores y especies utilizar, me imaginaba cómo sería poner un poco de nuez moscada o curry... Mezclaba dulces y salados, y de vez en cuando en algún plato de couscous, menta... y dulce... y... me encantaba, me encanta... Era como pintar con sabores, lo disfrutaba... Aprendí a hacer el pan leyendo los ingredientes de un envase de pan... al principio eran como piedras, hasta que me enteré de que la levadura utilizada no era la que conocemos... Desde entonces, me levantaba temprano una vez por semana y hacía panes, panes de leche, bollos... siempre probando meter sabores... Eso ya pasó... pero lo disfruté... La vida es un contínuo seguir un camino, pero yo siempre intento aprender de lo que me rodea, y mirar entre los árboles...

Un toque de Canela es eso, es la vida, desde niño, es dejar cosas atrás, es encajar los golpes de la vida con una sonrisa e ir haciéndose un camino donde sea, es la vida, es regresar y es sabores y olores, es una película grande dibujada con cosas pequeñas, Un toque de Canela es una recomendación especial, porque habla de comida, porque habla de gente como cualquiera de nosotros, en una situación como la que cualquiera de nosotros puede encontrarse.

Me alegra saber cocinar...